domingo, 20 de mayo de 2012

Semana 36. Picores y más picores

Me he tirado todo el embarazo escribiendo sobre los avances del mismo y ahora, que es cuando más tranquila me encuentro escribo menos. ¿Será porque me he acostumbrado?

Lo dudo.
Esta es mía

Para estas cosas una nunca se acostumbra. De verdad. Cada día son nuevas cosas. Nuevas formas de ver la realidad... y, sobre todo, cada día hay más ilusión y más madurez.

Esa que veis ahí es mi barriga, nunca he tenido algo igual, y la verdad es que me gusta tenerla, aunque hay veces que no tenerla estaría también bien... ya ves, por una chalaura, por dormir bocaabajo por encontrar postura... ya empieza a ser dificultoso todo. Me canso mucho. Pero no me importa. Mi inquilina se mueve muchísimo y eso lo salva todo, porque me encanta sentirla.

Me pregunto si echaré de menos estas sensaciones.

Tengo un nuevo síntoma, es el que me desquicia casi todos los días... Los picores. Me pica todo el cuerpo; la cara, los brazos, las manos, las piernas y las plantas de los pies... Parezco una mona...

Nos ha comentado la matrona que puede ser algo relacionado con el hígado, la bilis no circula bien por sus conductos y se acumula en la piel, eso produce picores y así estoy...

Rascándome cual mona de la selva.

Cada día me asusta más el tema del parto, si miramos atrás qué valiente era, pensando en tan positivo y tan bien del tema... "¡¡Qué bien lo llevas!!" Me decían algunas y yo asintiendo, convencida al 100% de ello. Qué valiente yo... ¿verdad? Pero os digo una cosa, eso fue porque el asunto aun estaba lejos, os lo digo, pero ahora que se avecina... Me muero del miedo.

El otro día me di cuenta de que temblaba al pensar en ello. Y esque es algo tan descontrolable, que es casi desconocido. Dos partos no son iguales, dos mujeres tampoco lo son, dos niños tampoco lo son... es decir;

Cada cual tiene su experiencia y nada es igual.

Aunque sí que es verdad, coincidiremos en tener al final al inquilino fuera, entre los brazos deseoso por empezar a vivir, mientras una está loca por tenerlo y verlo crecer.

Son cosas que se van sintiendo....

Mi nueva obsesión se llama Hielo.

Mascar hielo se ha convertido en una necesidad... hago hielo a diario y me lo como después, pero a bocados, masticando, no debe ser bueno para las muelas... Pero necesito comer hielo y sentir su crujido entre mis muelas, es el mayor de los placeres de estos momentos. No importa el tipo de hielo, siempre pasa por mis muelas siendo aplastado, triturado y disfrutado por mi...

¡debo estar volviéndome loca!

Pero os aseguro que disfrutar el hielo... lo disfruto como si me comiera el mejor manjar del mundo, es alucinante. Y siento una paz y tranquilidad al comerlo que no puedo explicar. Serán cosas del embarazo.

Lo bueno es que se está acabando esta etapa y lo malo también es que se está terminando, porque me estoy acostumbrando a que me cuelen en las colas del supermercado, a que me dejan pasar antes en el medico de cabecera, me estoy acostumbrando a que si quiero algo se me conceda... "en totá"... a que me den los caprichillos...

Me he acostumbrado a los mimos :)

¿Por qué es ahora cuando todo el que no te ha visto en todo el año quiere verte? ¿Por qué es ahora cuando gente que no se ha molestado en llamarte (ni tú has llamado) en todo un año quiere hacerlo ahora? JUSTO AHORA.

Sólo quiero estar tranquila, oye y no coinciden los astros para ello. No sólo son las visitas, sino los papeles, las cosas que hay que hacer... todas de golpe. Una se piensa que lleva todo al día y cuando tiene esa certeza, ¡plaf! nuevas cosas por hacer y solucionar e indagar... ¡Madre mia! y sumamos visitas, sumamos amigas que no ves desde hace años que quieren ahora, por arte de magia, verte... ¡oh!

Y yo me pregunto e insisto; Antes ¿por qué no?

Hay algunos tios mios con los que no tengo más relación que la que hay de Navidad en Navidad y ya no hablemos de primas... Pues nada, ahora resulta que tenemos que vernos ¿y antes por qué no?. Esa pregunta es la clave de todo. ¿Antes por qué no y por qué ahora sí?

Pero si cuando La inquilina deje el apartamento de lujo todo el mundo va a querer venir de visita también... ¡Que Dios nos pille confesados! jejejej, no es que no me gusten las visitas, la gente y demás, es que estoy en un momento en que necesito estar tranquila, sola...

Preparándome para la nueva etapa.

Porque no sólo nace una niña, Mi inquilina, sino que también nace una madre (esa soy yo), un padre (ese es Elpapaito), nacen unos abuelos, unas titas, nacen muchas personas también a partir de esa que me habita.

Es emocionante.

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